miércoles, mayo 09, 2007


Al final todo aquello que ha tenido tanta importancia deja de tenerla. Se puede hablar sobre la muerte sin miedo porque ya no preocupa. Las preocupaciones se escriben con minúsculas para que tengan menos relevancia, aunque por supuesto las sigue habiendo. De hecho, ¿qué sería una vida sin preocupaciones? ¿quizás una amargura?

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