El tiempo acaba ocupando el espacio

en la noche






caí al pie de la montaña
en el vacío de la noche,

arranqué el disfraz,
aquella piel que me cubría,
marcada y maltratada
criada en el engaño

la mentira no tiene crédito,
así como los borrachos

demasiados años
el silencio contiene palabras,
la inseguridad crea argumentos
de indestructible resistencia

-

recorrí un bosque sin árboles,
caí sobre el barro del frío asfalto,

vagando por lo oscuro
en esas horas en que no hay almas,
cuando las estrellas se apagan
y el sol todavía está oculto

en un tropiezo sin comienzo
conversé con la muerte,

se llevó a mi otro mí
a un lugar que no pude ver,
dijo algo que no entendí
me regaló nuevos ojos

-

va a estallar alguna vena
a base de esfuerzo

mientras la marea crece
bombea el corazón,
la fe se reaviva
a cada pequeño paso,

este dios no es de cera,
nace, se reproduce y muere

el cuerpo cae sobre sí mismo
en el propio conocimiento

Londres bajo lluvia

no se puede ir a coca-cola

.

.

.

.
descubrimientos
en la trivilidad de lo cotidiano,
.
La ciudad cae
renace, vuelve a nacer,
sobre sus propios despojos.
.
su cuerpo está cambiando
con el flujo de miles de personas
que pretenden encontrarse
sin mirarse a la cara
.
la ciudad muere un poco cada noche,
pero se levanta a la luz del alba.
.
engaña a ciegos
retociendo sus calles,
no es lugar para un borracho
con corazón y sin hogar
.
las calles son frías
para dormir en ellas,
pero sus sombras son cálidas
te regalan unos polvos
te arrastran a bares
te están buscando

El miedo se esconde de sí mismo